Cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios.


Iglesia, Biblia queer y la batalla final: ¿Vamos a resignarnos o vamos a resistir?

Iglesia, Biblia queer y la batalla final: ¿Vamos a resignarnos o vamos a resistir?

No hay consuelo para tibios: La batalla es ahora.

¿Hasta cuándo vamos a mirar para otro lado? Hoy no solo hablamos de iglesias LGBTQ+ y “biblias inclusivas”: hablamos de la avanzada de la ideología queer, que busca deconstruir todo lo que la fe cristiana tradicional sostuvo durante siglos. La “biblia queer” no es solo una traducción: es la punta de lanza de una cultura que rechaza límites, categorías y verdad revelada. ¿Seguimos en modo espectador?

Cómo la agenda queer se infiltró en la fe.

La ideología queer no es solo una postura sexual: es una cosmovisión. Propone que no existen identidades fijas, ni hombre ni mujer, ni masculino ni femenino; todo es fluido, autodefinido y mutable. Desde esa base, ahora vemos iglesias, pastores y teólogos reescribiendo la Biblia para afirmar la diversidad. Así nacen las “queer churches”, los pastores drag, las liturgias inclusivas y, claro, la “biblia queer”.

Este avance es la consecuencia directa de años de pasividad de los líderes cristianos, del abandono de la apologética y de una tibieza espiritual que solo pide milagros pero nunca pelea batallas culturales. Si no damos argumentos, el enemigo impone sus relatos.

¿Dónde están los pastores?

Mientras surgen “biblias inclusivas”, cientos de miles de pastores prefieren el silencio. Olvidaron que Jesús nunca fue cómplice del error. La iglesia buscó prosperidad y fama, y perdió el filo. El resultado es una generación que ya no distingue entre verdad y mentira, entre lo sagrado y lo profano.

  • ¿Cuándo escuchaste a tu pastor advertir del peligro de la ideología queer?

  • ¿Quién está formando a los jóvenes en la verdad?

"¿Por qué me llaman Señor y no hacen lo que les digo?" (Lucas 6:46)

La agenda globalista encontró su vía libre.

ONU, Agenda 2030, globalismo: todo el sistema empuja la lógica queer como avance civilizatorio. ¿Por qué? Porque es la forma perfecta de destruir la familia, la fe y la identidad nacional. Cuando todo es fluido y nada es verdad, el poder decide el significado de cada palabra. Y la iglesia, si no resiste, se vuelve cómplice por omisión.

"La batalla cultural no necesita armas ni votos, necesita símbolos."

El peligro real: Tibieza espiritual, resignación moral.

El problema no son los activistas queer. El problema es una iglesia que ya no pelea. Orar y mirar la agenda pasar es perder la guerra antes de empezar. Mientras Israel prepara soldados porque leyó la Torá, el cristiano promedio se resigna a orar y buscar milagros, pero nunca pelea por sus valores. Así, la cultura se transforma y la fe se vuelve irrelevante.

"El Reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan" (Mateo 11:12)

Las consecuencias están a la vista.

Adoctrinamiento escolar, familias divididas, jóvenes sin rumbo, iglesias que celebran lo que antes llamaban pecado. No es solo Brasil ni las iglesias LGBTQ+; es una cultura mundial que avanza. La biblia queer no es la causa, es el síntoma. El verdadero peligro es que la iglesia dejó de resistir.

  • Los que no forman a sus hijos, los entregan a la cultura enemiga.

  • Si el centinela no avisa, el pueblo cae (Ezequiel 33:6).

"La oscuridad avanza disfrazada de progreso. La Agenda 2030 ya está entre nosotros. Los tibios no cambiarán el mundo… y los valientes necesitan herramientas."

Ejemplos y frases que NO dejan dudas.

  • “Mientras la derecha hacía cuentas, la izquierda hacía cuentos.”

  • “Hoy, el progresismo es el sistema: medios, escuelas, gobiernos y hasta iglesias.”

  • “La batalla cultural es guerra de ideologias, relatos y valores. No se gana con tibieza.”

  • Milei en la ONU: "Por primera vez un presidente se enfrenta a la Agenda 2030 y dice basta".

  • Laje: “La generación idiota es una sociedad sin identidad, sin liderazgo, sin verdad.”

La resistencia cristiana.

No hay tiempo para resignados. O te formás, o te adaptás. Es hora de dejar la tribuna y entrar al campo de batalla. Formate en apologética, mentoría, liderazgo cultural. Hablá con tus hijos, confrontá a tus pastores, ocupá espacios en cultura y política. La resistencia es contagiosa. Juntos vamos a dar vuelta el partido.

“Juntos vamos a dar vuelta el partido”

¿Vas a ser espectador o protagonista?

Sumate a la comunidad de formación y acción:

No seas parte del problema. Sé parte de la resistencia. Compartí, comentá, debatí y multiplicá esta batalla.

“No tengas miedo, solo creé y actuá. El tiempo de la comodidad terminó. El futuro es para los que resisten. Si no sos sal y luz, terminás siendo parte de la oscuridad.”

La batalla cultural no se mira desde afuera: Se pelea adentro o se pierde.